miércoles, 22 de febrero de 2012

Hoy he dado un taller de nutrición. No iba con el tema de hoy, pero una de las preguntas que me han hecho ha sido la siguiente:
"La casquería (término aragonés que se refiere a las vísceras del animal: callos, sesos, etc) es buena, ¿no?" y a continuación otra persona ha afirmado "y el hígado también es bueno".
La respuesta es sencilla: claro que es bueno, y se puede comer de vez en cuando, pero hay que tener en cuenta que son alimentos muy ricos en colesterol y que pueden aumentar los niveles de triglicéridos. Además, son alimentos muy calóricos. ¿Eso quiere decir que están prohibidos? No. Lo que quiere decir es que hay que tener cuidado. Cada uno debe saber dónde está su límite, y cuáles son sus circunstancias personales. Si una persona está a dieta, ese tipo de alimentos no son recomendables, pero dentro de una alimentación equilibrada, son alimentos que se pueden consumir con moderación.
Otro tema es el del hígado y el hierro. Esa ha sido la siguiente pregunta que han hecho en el taller. ¡Que manía tenían nuestras madres con hacernos comer hígado porque era rico en hierro! Que sí, que es rico en hierro, eso es cierto, pero hay alimentos mucho mejores. Todas las carnes rojas son ricas en hierro, algunas más que otras, las legumbres y las verduras de hoja.
Somos animales omnívoros, y necesitamos comer de todo, pero no hace falta tomárselo al pie de la letra. Por suerte hay variedad suficiente para elegir. Y en el caso del hierro, es mejor que el aporte venga de alimentos no tan ricos en colesterol como el hígado.

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